Tema 2 : Las Criaturas Mágicas XXX
2.2 - Gorros Rojos
También son conocidos como "red caps", "red combs" , "bloody caps" , "dunters" y "powries", dependiendo de en qué zona nos encontremos. Se dice que son tan aficionados a la sangre y a matar que hasta los demás duendes los evitan.
En primer lugar hemos de explicar que aunque por su tamaño medio de 3'11,24''( 3 pies y 11,24 pulgadas del sistema imperial o unos 120 cms en unidades del sistema métrico) los gorros rojos parecen emparentados con los enanos, realmente forman parte de la rama feérica de los duendes y hadas, y más en concreto de los duendes nocturnos y/o malvados. Aunque son pequeños, su complexión física es más bien robusta. Bajo su gorro rojo poseen un largo cabello gris, tienen unos dientes largos y prominentes, normalmente bastante sucios. Suelen mirar de manera fiera a quienes les encuentran con sus ojos rojos; además, tienen los dedos de las manos con garras de aves, llevan unas botas pesadas y a veces desproporcionadas con respecto a su cuerpo y algunos de ellos portan bastones o garrotes.
Su hábitat normal son los lugares donde haya habido derramamientos de sangre o muertes con violencia, tales como hoyos de antiguos campos de batalla, castillos, fuertes... De preferencia viven en Inglaterra y Escocia, aunque hay algunos también en la zona Norte de Europa.
La única ambición vital de éstas criaturas es matar o herir de gravedad a cualquier ser humano que pase cerca de su territorio. Su intención no es otra que la de usar la sangre derramada por sus víctimas para poder teñir con ella sus gorros; de ahí su denominación.
Para un mago medianamente ducho no son especialmente buenos adversarios, puesto que apenas hacen uso de su limitada capacidad mágica y con algunos simples encantamientos se les puede repeler. Entre otros muchos, podemos usar los siguientes:
- Collosho: para pegar sus botas al suelo y que no puedan avanzar.
- Confringo: genera una explosión que puede ahuyentarlos o hacerles volar por los aires.
- Depulso: los empujará lejos de nosotros.
- Desmaius: los paralizará y tirará al suelo, dejándolos inofensivos.
Y así muchos y muchos más. Incluso un Wingardium Leviosa puede resultarnos útil, recordadlo.
Lo que no hay que usar nunca es el hechizo "Deprimo", puesto que causa un agujero en el suelo, el hábitat normal de éstas criaturas, por lo que se sentirán como en casa y seguirán atacándonos. También podemos usar maldiciones contra ellos, pero normalmente con hechizos sencillos servirá. Aunque ver a un gorro rojo con un ataque de moco murciélagos es realmente divertido, doy fe. Y tampoco suelen ser necesarias las maldiciones imperdonables contra ellos; como ya digo, no son seres especialmente dotados de magia, y su única ambición es teñir continuamente sus gorros de sangre humana.
Sin embargo, mientras que para un mago son fáciles de esquivar o repeler, son muy peligrosos para los muggles. Si un gorro rojo topa por la noche con un muggle, tratará y probablemente logrará golpearlo con cualquier cosa que esté a su alcance, desde piedras o palos a garrotes o mazas. Son muy violentos, tienen verdadero gusto por la sangre y la muerte, y si ven que su territorio ha dejado de ser visitado por humanos, no dudan en mudarse para poder seguir tiñendo sus gorros. Antiguamente, los muggles que se encontraban con ellos los tomaban por diablillos, por lo que era común que les enseñaran crucifijos o les recitaran pasajes de sus libros sagrados con el fin de espantarlos. Como podéis imaginar, no funcionaba.
También son conocidos como "red caps", "red combs" , "bloody caps" , "dunters" y "powries", dependiendo de en qué zona nos encontremos. Se dice que son tan aficionados a la sangre y a matar que hasta los demás duendes los evitan.
En primer lugar hemos de explicar que aunque por su tamaño medio de 3'11,24''( 3 pies y 11,24 pulgadas del sistema imperial o unos 120 cms en unidades del sistema métrico) los gorros rojos parecen emparentados con los enanos, realmente forman parte de la rama feérica de los duendes y hadas, y más en concreto de los duendes nocturnos y/o malvados. Aunque son pequeños, su complexión física es más bien robusta. Bajo su gorro rojo poseen un largo cabello gris, tienen unos dientes largos y prominentes, normalmente bastante sucios. Suelen mirar de manera fiera a quienes les encuentran con sus ojos rojos; además, tienen los dedos de las manos con garras de aves, llevan unas botas pesadas y a veces desproporcionadas con respecto a su cuerpo y algunos de ellos portan bastones o garrotes.
Su hábitat normal son los lugares donde haya habido derramamientos de sangre o muertes con violencia, tales como hoyos de antiguos campos de batalla, castillos, fuertes... De preferencia viven en Inglaterra y Escocia, aunque hay algunos también en la zona Norte de Europa.
La única ambición vital de éstas criaturas es matar o herir de gravedad a cualquier ser humano que pase cerca de su territorio. Su intención no es otra que la de usar la sangre derramada por sus víctimas para poder teñir con ella sus gorros; de ahí su denominación.
Para un mago medianamente ducho no son especialmente buenos adversarios, puesto que apenas hacen uso de su limitada capacidad mágica y con algunos simples encantamientos se les puede repeler. Entre otros muchos, podemos usar los siguientes:
- Collosho: para pegar sus botas al suelo y que no puedan avanzar.
- Confringo: genera una explosión que puede ahuyentarlos o hacerles volar por los aires.
- Depulso: los empujará lejos de nosotros.
- Desmaius: los paralizará y tirará al suelo, dejándolos inofensivos.
Y así muchos y muchos más. Incluso un Wingardium Leviosa puede resultarnos útil, recordadlo.
Lo que no hay que usar nunca es el hechizo "Deprimo", puesto que causa un agujero en el suelo, el hábitat normal de éstas criaturas, por lo que se sentirán como en casa y seguirán atacándonos. También podemos usar maldiciones contra ellos, pero normalmente con hechizos sencillos servirá. Aunque ver a un gorro rojo con un ataque de moco murciélagos es realmente divertido, doy fe. Y tampoco suelen ser necesarias las maldiciones imperdonables contra ellos; como ya digo, no son seres especialmente dotados de magia, y su única ambición es teñir continuamente sus gorros de sangre humana.
Sin embargo, mientras que para un mago son fáciles de esquivar o repeler, son muy peligrosos para los muggles. Si un gorro rojo topa por la noche con un muggle, tratará y probablemente logrará golpearlo con cualquier cosa que esté a su alcance, desde piedras o palos a garrotes o mazas. Son muy violentos, tienen verdadero gusto por la sangre y la muerte, y si ven que su territorio ha dejado de ser visitado por humanos, no dudan en mudarse para poder seguir tiñendo sus gorros. Antiguamente, los muggles que se encontraban con ellos los tomaban por diablillos, por lo que era común que les enseñaran crucifijos o les recitaran pasajes de sus libros sagrados con el fin de espantarlos. Como podéis imaginar, no funcionaba.
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